Revista de Investigación Valdizana, ISSN: 1995 - 445X (Versión Digital) https://doi.org/10.33554/riv.15.2.957
Interferencias lingüísticas en la participación verbal oral
Linguistic interference in oral verbal participation
Mirtha Y. Coronado-Cárdenas1,a,*, Roly Auccatoma-Tinco2,b,#, Edgar Gutiérrez-Gómez2,c,&, Adolfo Quispe-Arroyo1,d,%
1Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga, Ayacucho, Perú
2Universidad Nacional Autónoma de Huanta, Ayacucho, Perú
E-mail: amiyazul.20.cc@gmail.com , brauccatoma@unah.edu.pe , cegutierrez@unah.edu.pe , dadolfo.quispe@unsch.edu.pe
Orcid ID: *https://orcid.org/0000-0002-7499-3274 , #https://orcid.org/0000-0001-5115-8199 , &https://orcid.org/0000-0001-9485-1284 , %https://orcid.org/0000-0001-5814-5593
Recibido el 27 de febrero de 2021
Aceptado para publicación: 23 de abril de 2021
Resumen
Las interferencias lingüísticas como fenómenos resultantes de la coexistencia de lenguas, cuya estructura es divergente, alteran y distorsionan la expresión oral en el nivel de la producción de sonidos, la construcción de oraciones, la organización y el empleo de un conjunto de palabras que constituyen una determinada lengua; por ende, dificultan la comprensión e intervención oral de los estudiantes en el proceso de enseñanza-aprendizaje. El propósito del presente fue determinar la influencia de las interferencias lingüísticas en la participación verbal oral de los estudiantes; explicar respecto a los factores lingüísticos y socioculturales influyentes en la expresión oral; asimismo, evaluar las consecuencias de las interferencias lingüísticas derivadas de un bilingüismo sustractivo. La investigación fue no experimental, descriptiva y explicativa. Se recopilaron datos empleando las técnicas de observación, encuesta y entrevista, cuyos instrumentos son las fichas de observación, cuestionarios y listas de cotejo. Se abarcó una población constituida por 80 estudiantes del nivel secundario de la institución educativa "Los Libertadores", en su mayoría bilingües (quechua-español) y originarios de zonas rurales y urbano-marginales. La conclusión a la que se arribó es la existencia del poco dominio de la lengua castellana estándar, escasa fluidez en la comunicación, errores de dicción, pobreza léxica, entre otros.
Palabras Clave: bilingüismo, interferencia lingüística, participación verbal oral.
Abstract
Linguistic interference as phenomena resulting from the coexistence of languages, whose structure is divergent, alter and distort oral expression at the level of the production of sounds, the construction of sentences, the organization and use of a set of words that constitute a certain language; therefore, they hinder the oral comprehension and intervention of students in the teaching-learning process. The purpose of the present was to determine the influence of linguistic interference on students' oral verbal participation; explain regarding the linguistic and sociocultural factors influencing oral expression; likewise, evaluate the consequences of linguistic interference derived from subtractive bilingualism. The research was non-experimental, descriptive and explanatory. Data were collected using observation, survey and interview techniques, the instruments of which are observation cards, questionnaires and checklists. A population made up of 80 high school students from the "Los Libertadores" educational institution was covered, most of them bilingual (Quechua-Spanish) and from rural and marginal urban areas. The conclusion reached is the existence of little command of the standard Castilian language, little fluency in communication, diction errors, lexical poverty, among others.
Keywords: bilingualism, linguistic interference, oral verbal participation.
Introducción
Todo ser humano, para interactuar con los demás, necesita expresarse correctamente; sin embargo, en el Perú, un país multilingüe y pluricultural donde coexisten diversas lenguas y, por ende, culturas, que se mezclan, interfieren o afectan; se generan ciertas modificaciones en la expresión verbal del hablante o grupo de hablantes que hace uso de ellas (Escobar, 1975). Por tanto, es necesario comprender que:
La vida actual exige un nivel de comunicación oral tan alto como una redacción escrita. Una persona que no pueda expresarse de manera coherente y clara, y con una mínima corrección, no sólo limita su trabajo profesional y sus aptitudes personales, sino que corre el riesgo de hacer el ridículo en más de una ocasión. (Cassany, Luna & Sanz, 2001, p. 135)
El contacto de dos lenguas (quechua y español) da origen al fenómeno de la interferencia lingüística, la cual es producida por factores lingüísticos y socioculturales derivados de un bilingüismo sustractivo que conlleva dificultades psicológicas y lingüísticas de los estudiantes con respecto al dominio de la primera lengua y el uso de una segunda lengua en el contexto educativo; ello se manifiesta en la participación oral del estudiante, ocasionando secuelas que afectan su desarrollo integral, tales como la abstención comunicativa en el proceso enseñanza-aprendizaje. Por tanto, en una realidad lingüística bilingüe tan compleja como la nuestra, donde se exige y prioriza el aprendizaje de la lengua española estándar por encima de la lengua quechua, corresponde a los maestros reflexionar y plantear alternativas de solución frente a la represión, la discriminación y marginación, que perturban el proceso formativo de los educandos.
Por tanto, se puede afirmar que, en un contexto bilingüe como el de Ayacucho, el contacto de dos lenguas estructuralmente diferentes ocasiona ciertos problemas como las interferencias lingüísticas, fenómenos que se presentan en la mayoría de personas bilingües quechua-español, como también en los estudiantes, específicamente en su participación oral, repercutiendo en diversos aspectos de su formación, provocando pronuncia-ción distorsionada, limitaciones en el léxico y la estructura gramatical, así como alteraciones en el nivel comunicativo.
Es decir, las estructuras lingüísticas del quechua influyen en las estructuras lingüísticas hispanas y viceversa, limitando al estudiante en su participa-ción oral durante el proceso de enseñanza-aprendizaje; puesto que, “la dificultad de expresión oral imposibilita un adecuado desarrollo, tanto intelectual como social” (Cervantes, 2007, p. 31).
Del mismo modo, como Weinreich manifiesta:
los fenómenos de interferencia surgen en situaciones de bilingüismo – situaciones de uso alternativo de dos lenguas– y se definen como desviaciones respecto de las normas de cualquiera de las dos lenguas que ocurren en el habla de los individuos bilingües como resultado de la familiaridad con más de una lengua. Las interferencias son fenómenos del habla que afectan a las normas de cualquiera de las dos lenguas en contacto (Moreno, 1998, p. 260).
Por otro lado, “las interferencias lingüísticas producidas por el contacto entre el español y el quechua derivan de una reorganización o reinterpretación de los contrastes semánticos del sistema lingüístico del español” (Escobar, 2000, p.21).
p align="justify"> Asimismo, las interferencias del quechua al castellano o español y viceversa son diversas:La interferencia del quechua en el español sucede cuando un quechuahablante aprende el español como segunda lengua, de manera que las normas fonéticas y estructuras sintácticas de la primera intervienen en el aprendizaje del sistema de la segunda. Este problema es enfocado (desde nuestro punto de vista) adecuadamente por José María Arguedas, citado por Pozzi (1989) en relación a la educación cuando refiere que el gran problema social era del monolingüismo quechua y aymara, y el abandono en que la educación oficial dejaba a esa población al tratar a todos los educandos como si fueran hispanohablantes, producto de un proceso similar, y como si compartieran los mismos conocimientos, creencias y valores. Los efectos de esta falsa nivelación eran múltiples, no el menos doloroso que el monolingüe indígena creyera que el fracaso escolar de sus hijos se debiera a su torpeza, con lo cual, según Arguedas, la escuela desempeñaba una función disgregante y deprimente en vez de convertirse en un medio estimulador de las virtudes de la población indígena. (Morales, 2015, p. 26-27) La interferencia lingüística en sí. Consiste en la introducción inconsciente de palabras o empleo de rasgos fonéticos o morfosintácticos de su lengua materna (L1). La introducción de transferencias es un hecho natural dado por el contacto que se establece en la espontánea intercomunicación entre los hablantes, sobre todo en los momentos iniciales de aprendizaje. Los que están aprendiendo transfieren rasgos de la L1 a la nueva lengua que están aprendiendo. Se le considera como una de las fuentes de errores en el aprendizaje de lenguas. (Gutiérrez, 2019, p. 20)
Ahora, cuando hablamos de la expresión y comprensión oral, una de las capacidades del área de Comunicación orientada al desarrollo de las habilidades lingüísticas y comunicativas del estudiante, no cabe duda que aprender a expresarse, ya sea de manera oral o a través de otros códigos, implica el desarrollo de la comprensión, comunicación, creatividad y la lógica, capacidades que nos permiten desarrollar nuestras competencias y proveen las herramientas convenientes para mejorar la comunicación y convivencia en comunidad. “Una persona con pobres recursos del lenguaje encontrará limitaciones para su desarrollo personal cognitivo y para seguir aprendiendo, de allí que la escuela debe asumir el compromiso de desarrollar las capacidades comunicativas de sus estudiantes” (MINEDU, 2006, p. 15).
Por tanto, la fluidez en la expresión oral es necesaria e indispensable para el acto comunicativo; pues, de ella depende la comprensión entre los sujetos que interactúan en el proceso de comunicación. Sin embargo, en nuestro contexto, muchos estudiantes quechuahablantes son excluidos y discriminados por el castellanohablante (compañero de aula y/o profesor) por presentar interferencias en su expresión oral.
El efecto del bilingüismo, especialmente en condiciones en las que el ambiente socio-cultural impone el dominio de una lengua que no es precisamente la materna del sujeto, determina tensiones emocionales, vergüenza, dubitaciones, inseguridad; es decir, rasgos y reacciones que no son precisamente los más adecuados para lograr una buena adaptación social. (González, 2006, p.48) Es preciso remediar esta situación de exclusión y marginación, pues la expresión de sus voces, como punto de partida para su participación, permite visualizar sus propias comprensiones acerca de la realidad vivida en el contexto escolar, a la vez que refleja sus esfuerzos por definir por sí mismos lo que piensan, experimentan y esperan de la escuela. (Prieto, 2005, p. 28)
Sin embargo, en la realidad educativa actual, los docentes priorizan las capacidades de compren-sión lectora y producción de textos antes que enfatizar la parte oral; enseñan a leer y escribir olvidando, descuidando o restando importancia al aspecto oral, aduciendo que las personas aprenden a hablar por sí solas, en su contexto familiar y social, centrando su atención solo en personas que presentan una patología del lenguaje. Esta situación da lugar a que los estudiantes sean poco participativos en las clases, interviniendo en la clase por un lapso de tiempo mínimo, o estimulados por una nota, mas no por iniciativa propia, surgiendo la pseudoparticipación.
De allí que, “la despreocupación de los docentes del área de lenguaje en el desarrollo de las habilidades comunicativas ha permitido que los alumnos tengan serias limitaciones, como la pobreza lexical, baja autoestima, inhibición y aislamiento” (Cervantes, 2007, p.32). Por tanto, en un contexto educativo bilingüe, los jóvenes que tienen por lengua materna el quechua suelen manifestar ciertas limitaciones en el habla oral española; ello hace que sean observados, marginados y, en ocasiones, hasta humillados.
Es así que, a través de elementos lingüísticos, se ocultan diferencias raciales y culturales, desarrollándose una discriminación que pasa desapercibida. Consideran que los sujetos provenientes del campo tienen defectos en su expresión y por tal se les inferioriza en la jerarquía social. Según este planteamiento “El que habla más quechua o el que habla un “mal” castellano o un castellano “motoso” es clasificado como un sujeto inferior al que tiene al castellano como primera lengua y usa un castellano más cercano al citadino” (Zavala & Córdova, 2010, p. 30).
Por otro lado, cuando reflexionamos sobre cómo debemos hacer participar a los estudiantes, se debe tomar en cuenta que el diálogo es la forma más usual de participación en las aulas; puesto que facilita el desarrollo el lenguaje, estructura el pensamiento y refuerza la seguridad y la autoestima, permitiendo generar relaciones sin dogmatismos o prejuicios, así como plantear puntos de vista con respecto a un tema.
Según Onrubia, tenemos las siguientes pautas que facilitan la participación e implicación del alumno en el proceso educativo:
Insertar, en el máximo grado posible, la actividad puntual que el alumno realiza en cada momento en el ámbito de marcos u objetivos más amplios en los cuales esa actividad pueda tomar significado de manera más adecuada.
Posibilitar, en el máximo grado posible, la participación de todos los alumnos en las distintas actividades y tareas, incluso si su nivel de competencia, su interés o sus conocimientos resultan en un primer momento muy escasos y poco adecuados.
Establecer un clima relacional, afectivo y emocional basado en la confianza, la seguridad y la aceptación mutuas, y en el que tengan cabida la curiosidad, la capacidad de sorpresa y el interés por el conocimiento por sí mismo.
Introducir, en la medida de lo posible, modificaciones y ajustes específicos tanto en la programación más amplia como en el desarrollo "sobre la marcha" de la propia actuación en función de la información obtenida a partir de las actuaciones y productos parciales realizados por los alumnos.
Promover la utilización y profundización autónoma de los conocimientos que se están aprendiendo por parte de los alumnos.
Establecer, en el mayor grado posible, relaciones constantes y explícitas entre los nuevos contenidos que son objeto de aprendizaje y los conocimientos previos de los alumnos.
Utilizar el lenguaje de la manera más clara y explícita posible, tratando de evitar y controlar posibles malentendidos o incomprensiones.
Emplear el lenguaje para recontextualizar y reconceptualizar la experiencia. (Solé, 1996, p.45)
De todo lo antes mencionado, se deduce que el principal objetivo de la participación del estudiante en el proceso educativo se resume en la autonomía para abordar el aprendizaje en forma independiente.
Es así que, basándose en Cassany, Luna y Sanz, se manifiesta que:
la expresión oral también implica desarrollar nuestra capacidad de escuchar para comprender lo que nos dicen los demás. Solo así se podrá acceder a las posibilidades de trabajo, estudio, relaciones sociales y superación; es importante que la escuela contribuya a fortalecerla, especialmente en los siguientes aspectos: articulación correcta, de modo que la pronunciación de los sonidos sea clara; entonación adecuada a la naturaleza del discurso; expresión con voz audible para todos los oyentes; fluidez en la presentación de las ideas; uso adecuado de los gestos y la mímica; participación pertinente y oportuna; capacidad de persuasión; expresión clara de las ideas; que se hagan escuchar y escuchen a los demás. (Coronado & Pérez, 2011, p. 87)
Asimismo, las interferencias del quechua al español son determinantes de las particularidades del castellano hablado en nuestra región, por ende, del quechua ayacuchano, cuyas consecuencias socioeducativas son la creación de traumas de aprendizaje, inhibiciones idiomáticas y desequilibrios psicosociales entre los usuarios de la variedad dialectal tales como mofa y acusaciones mutuas; la discriminación sociolingüística del profesor hacia el alumno, de hablantes de la ciudad a los del campo, del hablante del español estándar hacia los hablantes del dialecto o castellano popular, tanto rural como urbano; problemas de barrera idiomática entre los miembros de una misma comunidad, entre alumnos y la incomprensión en la enseñanza-aprendizaje; que ocasionan burlas, resentimientos, deserciones, el bajo rendimiento y la frustración intelectual (Domínguez, 1990, p. 91).
En sociedades como las nuestras, existen los conflictos lingüísticos determinados por la presencia jerarquizada de las dos lenguas (quechua y castellano). De esta manera, el castellano tiene los atributos de la lengua A, mientras que el quechua de la lengua B. En este contexto, las manifestaciones lingüísticas adquieren un carácter de estigma social, y son esgrimidas ideológicamente como un instrumento sutil de opresión y discriminación. (Meléndez & Almidón, 2018, p. 29)
Los aportes principales del presente radican en que abre el camino y sirve de base para futuras investigaciones que estén orientadas al reconocimiento de los problemas lingüísticos, sociales y psicológicos que pudieran causar las interferencias lingüísticas y buscar formas en que los estudiantes puedan lograr superarlas; pero sin dejar a un lado el hecho de que convivimos en un contexto de uso de dos lenguas, una considerada más eficaz y superior que la otra. Por tanto, queda en manos de los docentes fomentar el desarrollo de la expresión oral en las dos lenguas, promoviendo la aplicación de métodos y técnicas necesarios para superar las dificultades lingüísticas, sociales y psicológicas que pudieran influir y perturbar el desarrollo integral de los estudiantes.
En suma, la presente investigación tiene como propósito explicar las causas y consecuencias de las interferencias en sus distintos niveles y sus implicancias en la participación oral; pretendiendo, al mismo tiempo, conocer la situación del estudiante secundario bilingüe (quechua-español) desde la exploración de las dificultades que presentan durante la participación oral y explicando las causas de estas. Asimismo, se pretende enfatizar que las interferencias lingüísticas ponen en evidencia una supuesta condición de inferioridad, trayendo como resultado la discriminación que, según Tubino, “frena el crecimiento de las personas, bloquea el desarrollo de sus capacidades y frustra sus realizaciones personales” (Zavala & Córdova, 2010, p. 73).
Del mismo modo, cabe destacar que, en los años ochenta, muchas familias ayacuchanas comenzaron a negar su identidad y, por ende, el quechua, utilizando solo la lengua castellana en la comunicación con sus hijos; puesto que, el quechua tenía casi un estatus clandestino, es decir, el quechuahablante era identificado como terrorista, siendo flagelado, perseguido, discriminado y marginado. Así surge “un proceso de interrupción en la transmisión intergeneracional del quechua” (Valiente & Villari, 2016, p.19), ocasionándose dificultades en la expresión oral, resumidas en interferencias lingüísticas, a raíz de ese conflicto interno entre dos sistemas lingüísticos que aún persistían.
Por tanto, los rasgos de discriminación más frecuentes que llevan al individuo bilingüe a posicionarse en un lugar inferior del estrato social son “el aislamiento, marginalidad, falta de comunicación, problemas psicológicos, problemas académicos, pobreza y hasta machismo” (Zavala & Córdova, 2010, p.68).
La investigación se enfoca específicamente en la participación verbal oral de los estudiantes con interferencias lingüísticas, tomando como base al bilingüismo en nuestra región; pues, la comunidad ayacuchana agrupa hablantes bilingües quechua-castellano en diverso grado; manifestado fundamentalmente en el habla de la población escolar generalmente proveniente del campo y de las zonas urbano-marginales.
Por tanto, con la finalidad de obtener resultados que favorezcan la presente investigación, para el acopio de datos, se utilizaron instrumentos a través de los cuales se pudo observar cómo, en un contexto bilingüe quechua castellano como el de Ayacucho, las interferencias lingüísticas inciden en la participación verbal oral durante el proceso de aprendizaje del castellano, ya que presentan ciertas dificultades que, en algunos casos, motivan la burla o mofa. Se trató de explicar la influencia, los factores y las consecuencias de este fenómeno en el aula y en el contexto escolar; además, se estudió la información más amplia referida al tema de investigación, particularmente en los estudiantes del Segundo Grado de Secundaria de la institución educativa “Los Libertadores” de Ayacucho.
Metodología
Según el problema propuesto y los objetivos planteados, la investigación realizada es cuan-titativa, descriptiva explicativa, no experimental, cuyo diseño es transversal explicativo causal, pues determina un estudio descriptivo y explicativo, de acuerdo al registro de información y las actitudes lingüísticas que los estudiantes pudieran mostrar.
Es una investigación descriptiva explicativa porque busca describir a partir de la observación sistemática, explicar el fenómeno de las interferencias lingüísticas, establecer las características lingüísticas, socioculturales y psicológicas de los estudiantes y determinar su influencia en la participación verbal oral.
Este nivel está orientado a describir la realidad tal como es, tal como se presenta, en las condiciones y circunstancias en que esta se presenta. No se provoca, no se simula, no se condiciona. La realidad, materia de investigación, debe ser estudiada tal como se presenta en el mismo espacio y en el momento en que se produce el fenómeno (Villegas, 2005, p. 69).
Del mismo modo, “este nivel de la investigación busca explicar las causas o factores causales que han dado origen a un hecho o fenómeno problemático” (Villegas, 2005, p. 72).
Por otro lado, es no experimental, porque ninguna de las variables es manipulada intencionalmente.
En las muestras no probabilísticas, la elección de los elementos no depende de la probabilidad, sino de causas relacionadas con las características de la investigación o de quien hace la muestra. Aquí el procedimiento no es mecánico ni con base en fórmulas de probabilidad, sino que depende del proceso de toma de decisiones de un investigador o de un grupo de investigadores y, desde luego, las muestras seleccionadas obedecen a otros criterios de investigación (Hernández, Fernández & Baptista, 2010, p. 176).
Para obtener datos sobre las influencias que tienen las interferencias lingüísticas (variable independiente) en la participación verbal oral (variable dependiente) se obtuvieron datos tomando en cuenta el contexto bilingüe y el fenómeno de interferencias lingüísticas, las cuales dan lugar a consecuencias lingüísticas, sociales y psicológicas que afectan a la expresión y, por ende, a la intervención oral de los estudiantes.
Por tanto, la presente investigación busca determinar cuáles son los factores lingüísticos y socio-culturales que generan interferencias lingüísticas, explicando cómo influyen en la participación verbal oral de los estudiantes.
En tal sentido, los instrumentos empleados para la recopilación de datos fueron: observaciones, encuestas, entrevistas directas e indirectas, fichas de observación y listas de cotejo, abarcándose como población de estudio a 80 estudiantes del Segundo Grado de Secundaria de la institución educativa "Los Libertadores", en su mayoría bilingües (quechua-español) y provenientes de zonas rurales y urbano-marginales.
Resultados y Discusión
Considerando los distintos planteamientos, tenemos que:
La modalidad oral es natural, consustancial al ser humano y constitutiva de la persona como miembro de una especie. Se produce en —y con— el cuerpo, aprovechando órganos del sistema respiratorio y de diferentes partes de la cabeza: labios, lengua, fosas nasales (observemos que el nombre de una de esas partes —la lengua se utiliza en muchos idiomas, como en español, para denominar la materialización de ese instrumento de representación del mundo y de comunicación que es el lenguaje humano). También los movimientos de los ojos, diferentes expresiones faciales y otros movimientos corporales forman parte importante de la oralidad, así como las «vocalizaciones» (sonidos bucales aunque no lingüísticos) y otros «ruidos», tal como veremos más adelante. (Calsamiglia & Tusón, 1999, p. 27-28)
Según el análisis de los datos recopilados se constata que los estudiantes de la muestra manifiestan, en su mayoría, fluidez, claridad y modulación de voz regular; mientras, en cuanto a la cohesión, existen mayores dificultades, ello se manifiesta en la expresión oral incoherente y errores sintácticos; por otro lado, el repertorio lexical es deficiente y reducido, al igual que el uso de movimientos y gestos.
Figura 1 Dominio Lingüístico Oral de la Lengua Española
Fuente: Lista de cotejo realizada a los estudiantes.
De la investigación realizada se obtuvo que el dominio lingüístico o dominio de uso de la lengua española, en su mayoría, es deficiente (82.5%); lo cual nos conduce a la idea que cuando existen dificultades en la expresión oral no hay un buen dominio lingüístico; por ende, no hay una competencia lingüística adecuada ni desarrollo de las habilidades lingüísticas.
Del mismo modo, considerando al nivel lingüístico como el más susceptible a ser afectado por interferencias lingüísticas, tenemos que, en contexto ayacuchano, el sustrato lingüístico quechua influye en la segunda lengua (castellano) generando interferencias lingüísticas clasificadas tales como las refiere Palomino (2016).
Primero, la interferencia fonológica que consiste en la influencia de los fonemas quechuas en el aprendizaje oral del español, debido a que cada lengua posee su propio sistema fonético y fonológico. En este sentido, la relación entre ortografía y pronunciación, sumada a las variaciones fónicas de vocales y consonantes diferentes, incrementa el grado de interferencia en el desarrollo de la escritura desde un punto de vista normativo y pedagógico. Estas interferencias se pueden mostrar en la escritura de los estudiantes como sustitución vocálica o confusión de vocales, sustitución consonántica o confusión de consonantes, creación de diptongos, supresión de diptongos, interferencia suprasegmental o cambio de acento, creación de hiatos, supresión consonántica, supresión vocálica, adición consonántica, trastoque de elementos, apocopación y supresión vocálica. Segundo, la interferencia sintáctica que viene a ser la influencia de la estructura sintáctica quechua en el aprendizaje y organización sintáctica del castellano. En esta agrupación, tenemos: estructura oracional quechua en la oración castellana, uso del doble posesivo, uso de la doble afirmación y doble negación, uso innecesario de preposiciones, uso innecesario de conjunciones, omisión de adjetivos, falta de concordancia y adjetivo antepuesto, uso de perífrasis y onomatopeyas. Finalmente, la interferencia morfológico-lexical que es la influencia de los aspectos morfológicos y lexicales quechuas en la morfología y lexicología castellana. No se puede obviar que el nivel léxico está propenso al intercambio, recepción y adaptación de formas extranjeras; mientras que el nivel gramatical es de acceso más limitado. Aquí tenemos la hibridación morfológica, palabra con raíz castellana más sufijo quechua, palabra con raíz quechua y sufijo castellano, calco del aumentativo y diminutivo quechua en la expresión castellana, hibridación lexical. (Coronado & Pérez, 2011, p. 60-61)
Por tanto, los resultados reflejan mayor incidencia de interferencias lingüísticas en el nivel sintáctico de la lengua, pues en el plano oral, escrito y la lectura. Con frecuencia se dan en la expresión oral, manifestándose sobre todo con motoseos y pronunciaciones incorrectas (ver figura 2).
Figura 2 Tipos de Interferencias Lingüísticas Halladas en los Estudiantes
Fuente: Ficha de observación realizada a los estudiantes.
Al respecto, refiriendo a Cerrón-Palomino se mencionó que:
existen dos tipos de motosidad: uno amplio y otro restringido, de acuerdo a su mayor o menor connotación sociolingüística. Mientras que la motosidad en sentido restringido se refiere solo a la alternancia vocálica; en sentido amplio, incluye otros rasgos menos estigmatizados como la entonación del castellano andino. (Zavala & Córdova, 2010, p.51)
Estas autoras, continúan, mencionando que los estudiantes, en su mayoría, ven el motoseo como algo restringido. “Se trata, entonces, de un estereotipo según el cual los hablantes bilingües de quechua y castellano pronuncian la i como e y la e como i, también la u como o y la o como u” (Zavala & Córdova, 2010, p. 51).
Del mismo modo, se evidencia que la mayoría de estudiantes presenta errores en la pronunciación y motoseo, dando lugar al poco dominio lingüístico del castellano; pues, se presentan pronunciaciones erradas e incoherencias que imposibilitan la expresión y comprensión oral (ver figura 3).
Figura 3 Tipos de Dificultades en la Participación Verbal Oral
Fuente: Encuesta realizada a los estudiantes.
Al respecto, Zavala (2013) planteó que “la reforma curricular debe comenzar desde la transformación estudiantil como un medio de cambio de las estructuras socioeducativas, pero en las cuales se introduzca el quechua como un medio que mejore las interrelaciones humanas entre escolares” (Holguin, Villa & Montalvo, 2019, p. 4).
Asimismo, en la mayoría de los casos, no se manifiesta una participación real de los estudiantes, pues estos casi nunca intervienen a través de preguntas, no participan voluntariamente, tampoco realizan comentarios, salvo en ocasiones donde son motivados por un calificativo o nota. Son pocos estudiantes los que participan (los mismos de siempre); mientras, los participantes “anónimos” solo se manifiestan frente a una pregunta dirigida a todo el conjunto (individualmente hay presencia de vergüenza, miedos o temores por participar oralmente). Algunos estudiantes participan en temas académicos condicionados por las notas; no obstante, en situaciones no evaluadas y de participación libre hay mayor participación de los estudiantes, tal como se manifiesta en la figura 4.
Figura 4 Participación Verbal Oral de los Estudiantes
Fuente: Lista de cotejo concretada con los estudiantes.
Al respecto, se pueden manifestar los beneficios que trae la participación de la siguiente manera:
Según los profesores, llegan a conocer mejor a sus alumnos, se dan cuenta del nivel de comprensión, pueden modificar su discurso según las necesidades de los alumnos, crear un ambiente receptivo, y fomentar la creatividad y el gusto por el saber. Según los estudiantes, ejercen y posiblemente mejoran sus destrezas en expresión oral; pueden expresar sus dudas, dar ejemplos, expresar su opinión, etc.; aumentan el interés y la motivación; trabajan las competencias instrumentales, tecnológicas e interpersonales; toman parte activa del proceso de comprensión y aprendizaje. (Morell, 2009, p.24)
De todo ello, se observa que hay mayores ventajas cuando los alumnos participan oralmente; ya que interactúan y ello les conduce a la retención y comprensión de los conocimientos.
Con respecto a las actitudes frecuentes de los estudiantes frente a una motosidad o motoseo, se observa que el 32.5 % manifiesta que se burla; el 46.3 %, le resta importancia; el 13.7 %, critica y; el 7.5 %, se avergüenzan. De estos resultados, se evidencia que la mayoría de estudiantes la resta importancia a este fenómeno, considerándolo como algo natural en el habla bilingüe y en nuestro contexto. No obstante, algunos estudiantes están propensos a ser centro de burla o ser criticados como cholos, en sentido despectivo; pues “el que habla más quechua o el que habla un “mal” castellano o un castellano “motoso” es clasificado como un sujeto inferior al que tiene al castellano como primera lengua y usa un castellano más cercano al citadino” (Zavala & Córdova, 2010, p. 30). Veamos la figura 5.
Figura 5 Actitudes Frecuentes de los Estudiantes frente a una Motosidad
Fuente: Encuesta realizada a los estudiantes.
En suma, las interferencias lingüísticas conllevan a dificultades en la participación verbal oral de los estudiantes sometidos a estudio. Ahora, con respecto a los factores lingüísticos y socioculturales como el contexto lingüístico, lugar de procedencia, diasistema, uso lingüístico, actitud lingüística y migración, sí intervienen o son causantes de la presencia de este fenómeno en la expresión oral; de manera que, si ejecutamos una relación entre causa y efecto, estos ocasionan discriminación lingüística y social todavía prevaleciente en el contexto ayacuchano. Finalmente, con respecto a si las interferencias lingüísticas traen como consecuencia poca participación verbal oral de los estudiantes, debido a la baja autoestima, timidez, inhibición comunicativa, complejo de inferioridad y parquedad, se observa que los problemas que se presentan en los aspectos cognitivos, lingüísticos, psicológicos y emocionales evitan el adecuado dominio lingüístico de la segunda lengua; con ello, los estudiantes no llegan a desarrollar adecuadamente su competencia comunicativa, pues muchos presentan interferencias lingüísticas, generalmente de tipo fonológico y sintáctico.
Por otro lado, Solé (1996) manifiesta que el aprendizaje del alumno depende sobre todo de su autoconcepto y de su autoestima (grado en que se valora). De allí que es importante que el alumno adquiera confianza; es decir, tener autoestima positiva. Este planteamiento se puede reforzar con lo manifestado respecto a la baja autoestima, al referir que: “Cuando existe una baja autoestima como nota dominante en el grupo, se mengua la habilidad para aprender; ni siquiera se da la motivación que es el arranque del proceso” (Rodríguez & Violant, 2006, p.80).
Por último, “a mayor autoestima, más posibilidades de éxito, pero paralelamente, a mayor éxito, más posibilidades de aumentar la autoestima” (Ruiz, 2000, p.89).
Ello nos da a conocer la visión, concepto o idea que un individuo tiene de sí mismo (autoconcepto) y de lo que los demás piensan respecto a él; por tanto, es importante desarrollar la personalidad del sujeto.
Finalmente, como Quistitupa (2018) indica:
la capacidad cognitiva y el nivel de desarrollo del individuo no están determinados por la variedad lingüística que utiliza sino más bien por la capacidad en el manejo de situaciones lingüísticas propias en el entorno que el que se ubica, al cual denominamos socialización. (Gutiérrez, Felices & Palomino, 2019, p. 14)
En suma, solo recuperando la autoestima del bilingüe y brindándole los espacios respectivos para realizar sus manifestaciones lingüístico-culturales podremos hablar y pensar en ciudadanos críticos y reflexivos que contribuyan al desarrollo del país.
Conclusiones
Desde la perspectiva lingüística, y de la normativa del español, las interferencias lingüísticas influyen negativamente en la participación verbal oral, sobre todo en un contexto de bilingüismo sustractivo como el de Ayacucho, donde existe deficiente dominio lingüístico oral de la lengua castellana, que se manifiesta con dificultades en la expresión oral en un 47.5 % (ver figura 1) sin darse una adecuada competencia lingüística ni comunicativa. En la comunidad se da un tipo de bilingüismo en desarrollo, pues ninguna de las dos lenguas es dominada a la perfección: se enseña en español, pero no el español, llevando a los estudiantes a un nivel de confusión en el uso de los dos códigos. Por tanto, el uso de una segunda lengua (castellano) trae consecuencias traumáticas que se traducen en angustias y tensiones en el contexto de la enseñanza, puesto que, se cuenta con un sistema fónico, morfológico y sintáctico de la lengua materna (quechua) dando lugar a expresiones incoherentes y pronunciación inadecuada.
Desde la perspectiva social, existen factores lingüísticos y socioculturales que dan lugar al surgimiento de fenómenos lingüísticos como las interferencias, entre ellos tenemos el contexto lingüístico que refleja una situación de contacto entre dos lenguas, debido a que la mayoría de los estudiantes son bilingües (quechua y castellano) en un 72.5 % , situándose en un contexto andino eminentemente de influencia quechua; el lugar de procedencia, muestra que la mayor parte de los estudiantes provienen de zonas rurales en un 57.5 %; el diasistema, la existencia de dos sistemas divergentes como el quechua y el castellano; el uso lingüístico que varía de acuerdo a las necesidades comunicativas del interlocutor; la actitud lingüística de los estudiantes, direccionada hacia la lengua castellana con un 40 % por las posibilidades sociales y educativas que ofrece. No obstante, a pesar de las diferencias individuales y de grupo o los prejuicios sociales que ocasionan la discriminación en un 17.5 %, en nuestro contexto bilingüe aún persiste la valoración de la lengua quechua con un 37.5 %.
Desde la perspectiva del individuo y los estudios psicológicos, las interferencias lingüísticas, principalmente el motoseo, constituyen rasgos estigmatizados que afectan la personalidad del hablante, limitando el desarrollo social del individuo, debido a efectos psicológicos perniciosos como el complejo de inferioridad que se presenta en un 47.5 % en los estudiantes. Esto, a su vez, repercute en la poca participación verbal oral de los estudiantes; puesto que casi nunca intervienen a través de preguntas (73.8 %), casi nunca participan voluntariamente (51.2 %), casi nunca realizan comentarios (66.2 %), predominando la pseudoparticipación y el uso deficiente de la lengua española en su plano oral (ver figura 4, respectivamente). En efecto, los individuos adquirirán con éxito la segunda lengua solo si su estado emocional es suficientemente estable; pues, si experimentan conflictos sociales o culturales, la adquisición de la segunda lengua se verá frenada o limitada.
Fuente de financiamiento
La presente investigación fue autofinanciado.
Contribución de los autores
Todos los autores participaron en todo el proceso de la investigación.
Conflicto de Interés
Declaramos no tener conflicto de interés.
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